El caviar es uno de los productos de lujo más codiciados y demandados por la cocina de alta gama, tanto en España como en el resto del mundo. Ahora, su comercialización en el país contará con un nueva marca, «París 1925», surgida gracias a la iniciativa empresarial de cinco firmas punteras en el mundo de la alta cocina, dedicadas a diversas facciones de la restauración. Afincadas en distintos puntos de España, aterrizan en el mercado con el objetivo de imprimir aún más calidad al sector.
O Percebeiro, Castillo de Canena, Triticum, Klimer y Gastro Fusión Madrid conforman esta unión empresarial, que ya ha empezado a vender este producto artesanal, derivado de las huevas del esturión, a un gran número de restaurantes del territorio español.
El sello gallego lo pone O Percebeiro, empresa del buenense Manuel Otero, afincada en el Puerto de Marín y dedicada a la comercialización de pescados, mariscos, bivalvos y otros productos del mar y la acuicultura gallegos de primera calidad. Su sede, sita en la lonja de la rada marinense, acogerá mañana una reunión de los directivos de las cinco firmas que se esconden tras «París 1925″, en la que analizarán los primeros resultados de su salida al mercado, así como los retos que deben afrontar de cara al futuro de su andadura comercializadora. Además, «aprovecharemos que estamos en plena campaña de marisco para ofrecer una degustación», apunta Otero, en la que las delicias gastronómicas serán de la autoría del chef Iñaki Bretal, del restaurante pontevedrés O Eirado da Leña y cocinero de cabecera de O Percebeiro para sus showcookings.
Castillo de Canena pone el acento sureño. Esta empresa familiar, nacida en 1780 y dedicada a la producción de aceite virgen extra, tiene sus olivares en el Valle del Alto Guadalquivir, en Jaén, y es la única empresa oleica del mundo con tres de sus referencias premiadas con la máxima puntuación en la Guía Flos Olei, que marca las tendencias del sector. Su producto viaja a cerca de 52 países.
Un aceite como el de Castillo de Canena no puede sino mojarse en el mejor de los panes. Para eso está Triticum, la tercera pata de «París 1925». Esta firma barcelonesa está dedicada a la elaboración de pan precocinado destinado a la alta gastronomía. Aunque nació en 2006, entre su cartera de clientes ya brillan nombres como los hermanos Roca, Martín Berasategui, Albert Adriá o Jordi Cruz.
Sin embargo, un producto excelente puede llegar a deslucir si se «viste» mal. De ahí la importancia de tener una buena vajilla, algo de lo que saben mucho los promotores de Klimer, la empresa que revolucionó el mundo del menaje de la restauración de alto standing. Algunas de sus creaciones se exhiben en Top Chef, uno de los programas de cocina de moda.
El último eslabón de esta unión empresarial es Gastro Fusión Madrid, especializada en la distribución de productos alimentarios de primer nivel y que será la firma encargada de hacer llegar el caviar «París 1925» a las mesas de los mejores resturantes españoles.
60 embajadores. El Restaurante Volvoreta, del Hotel Eurostars Tower de Madrid, sirvió ayer el preciado producto, elaborado a partir de las huevas del esturión, en una comida institucional en la que se citaron más de 60 embajadores.
Sus paladares han sido de los primeros en degustar el caviar «París 1925», que comercializa dos modalidades, el oscietra, con huevas de tamaño medio y con un toque afrutado, y el baeri, en el que se mezclan los sabores del mar con unos matices de mantequilla y que está pensado para clientes más exigentes.
En la comida de del juevesq, además, se sirvió una «barra de ostras» de las que distribuye O Percebeiro.
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